Reflexiones (enviado por Jess)

Jugamos a escribir en la medida
en que todo está escrito en la memoria
y vamos construyendo nuestra historia
con las piezas del puzle de la vida
que es  mucho más soñada que vivida.
Nos compramos el puzle por la tapa;
nos gusta, nos subyuga, nos atrapa,
lo vamos encajando pieza a pieza,
pero al fin el error o la torpeza
nos deja a la intemperie cual zurrapa.

Aunque siempre nos vemos diferentes
somos muy parecidos los humanos,
mal que nos pese, a veces, como hermanos,
pues que fueron iguales las simientes.
Nacidas en distintos recipientes,
no es de extrañar, por tanto, que el reflejo
de una vida, se mire en el espejo
de otra vida; las dos habrán vivido,
han amado y habrán también sufrido.
El ejemplo será el mejor consejo.

Para todos comienza la jornada,
y también para todos el vivirla,
es en el mismo punto concluirla,
pues casi sin vivirla es ya pasada.
A veces más sufrida que gozada
sabrá a poco si está bien compartida,
–será muy larga, en soledad vivida–.
Pensamos por error que el tiempo pasa,
y el tiempo ni adelanta ni retrasa,
deja abierta la entrada y la salida.

Casi podrás decir misión cumplida,
pero no lo dirás, nunca termina
mientras quede camino. El que camina
no termina el vivir, si queda vida.
No digas que la mesa está servida,
si faltan por llegar los invitados.
Algunos a pesar de ser llamados
no parece se den por aludidos
¿será tal vez que estén algo dolidos
o piensan ya que fueron olvidados?

Quien solo mira al cuerpo desde fuera,
le ocurre como ocurre a los galenos
que siempre certifican más o menos
que el pobre corazón que antes latiera
se cansó y abandona la carrera.

Poco saben a veces los doctores
que hay razones y causas y valores
que no se admiten porque no se ven,
se tratan con orgullo y con desdén
Mas... se puede morir también de amores.

Jess