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Sentí tus brazos aferrarse
a mi cuello,
El soplo de tu aliento vistiendo mis sueños,
Mirándote a los ojos quise encontrar esperanzas,
El temblor de mis manos hace que me precipite
Para acariciar tu cuerpo,
Con tu magia atraes los sentidos,
Hechicera que enloqueces y enamoras,
Con ese fuego encendido y candente
Que tus bellos ojos azules desprenden.
Si… tú… eres la luz de mis ojos,
No… no eres el amor mezquino de pertenencia,
Eres el poema que jamás podré escribir,
Eres el verso que la misma belleza escribió,
Cultivando e impregnándose en mi piel,
… allí donde el fulgor se
hace eterno
Derramo sin pudor los placeres del gorrión.
Entrégate esta noche a mis brazos ansiosos
Que yo me entregaré a la suavidad de tu piel,
Sentir tu aroma que aumente mi locura,
Sentimientos… locuras…
Inexplicables paralizan mi
cuerpo,
Mi alma…mi vida…
Déjame terminar esta historia entre tus brazos,
Déjame vivir o morir
Pero…nunca te alejes de mí.
Jack
Cielo gracias por permitirnos asomar a la ventana de tus sentimientos, y es el privilegio que nos concedes que instiga a mi pudor a leer en silencio y no añadir más. Mi enhorabuena por ser afortunado y encontrar quien te hizo sentir. Y el deseo de tu verbo sentir se conjugue no solo en pasado sino en presente y en futuro perfecto.
ResponderEliminarBesitos y aquí va mi aplauso:
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