A MIGUEL PAJARES,
Eres de amor y
entrega vivo ejemplo,
nuevo padre Damián, de los leprosos
mártir y apóstol. Cuerpos haraposos,
almas limpias, de luz sagrado templo.
Toda una vida que al final no obtuvo
ni el humano consuelo del abrazo
ni la caricia y maternal regazo
que al bajar de la Cruz tu Hermano tuvo.
Por miedo, por prudencia, por cautela,
por una caridad bien entendida,
has tenido la triste despedida
de una asepsia total que el alma hiela.
Te diste todo sin pedir a cambio
más, que los puños en abiertas manos
se tornen, en ayuda a los hermanos
que esperan anhelantes tu recambio.
En ti, por ti y contigo, a los impares
que entendisteis la vida cual servicio,
mi gratitud por vuestro sacrificio.
nuevo padre Damián, de los leprosos
mártir y apóstol. Cuerpos haraposos,
almas limpias, de luz sagrado templo.
Toda una vida que al final no obtuvo
ni el humano consuelo del abrazo
ni la caricia y maternal regazo
que al bajar de la Cruz tu Hermano tuvo.
Por miedo, por prudencia, por cautela,
por una caridad bien entendida,
has tenido la triste despedida
de una asepsia total que el alma hiela.
Te diste todo sin pedir a cambio
más, que los puños en abiertas manos
se tornen, en ayuda a los hermanos
que esperan anhelantes tu recambio.
En ti, por ti y contigo, a los impares
que entendisteis la vida cual servicio,
mi gratitud por vuestro sacrificio.
¡¡Gloria y
honor a ti, Miguel Pajares!!.
Jesús (Madrigal)
Emotivo homenaje, me sumo a el, son de admirar gente que vive como ellos
ResponderEliminarhasta el punto de morir
No es el final de su paso por esta vida que un hombre BUENO como él se merecía, pero pudo elegir como vivirla y fue ayudando a los demás. Y así concurrió su opción vital; su vocación.
ResponderEliminarA menudo vivimos ajenos a lo que ocurre más allá de nuestras fronteras, pero hombres como él han hecho que el mundo gire la mirada hacia África y sea consciente de la magnitud del drama que viven miles de personas afectadas por este virus que no respeta a nadie, cuando decide propagarse.
Yo solo deseo que este nuevo fármaco que van a probar para combatirlo, tampoco conozca de condición social, ni humana y que no dependa solo del coste económico que pueda suponer. Que su muerte no haya sido en vano.
Un emotivo y conmovedor homenaje el que le has hecho y el que se merece un hombre como él, Madri, corazón. Descanse en paz.
Un beso para él y otro para ti, cielo.
¿os habéis parado a pensar en el terrible dolor de morir sin que nadie te pueda tomar de la mano? Cristo, el Hermano mayor, tuvo el regazo de la madre la bajar de la Cruz. Este pobre hombre murió y fue incinerado como un apestado. No hay mayor soledad que la de morir teniendo al mundo entero de espaldas. Que Dios se lo pague, que seguro que lo hará.
ResponderEliminarGracias padre Pajares por dar todo a todos los que atí se acercaron,
ResponderEliminarvalla este homenaje para tí