RELATO BASADO EN HECHOS REALES, DE CUYA HISTORIA
SOY PARTE, POR LO TANTO NO ESCONDERÉ MI NOMBRE,
SÍ EL DE LOS
DEMÁS.
Corría el mes
de Agosto del año 2000 yo Antonio visitaba por 1ª vez un Balneario aquejado de dolores múltiples a causa de un gravísimo accidente de tráfico.
Me prometí a mí
mismo, hacer amigos, ser cordial con todas las personas que se cruzaran en mi
camino, enriquecerme culturalmente de las diversas gentes, que de todas las provincias
de España, acudían en busca de alivio a sus
dolencias, yo viajaba desde Toledo solo con mi maleta, de una provincia limítrofe,
fueron un señor viudo llamado Pepe y una señora viuda llamada Raquel.
Estas dos
personas también viajaban solas, ninguno nos conocíamos entre si, en la 1ª
mañana , cada cual acudió al balneario para hacerse sus tratamientos.
De regreso al
hotel me comunican que en el comedor debo compartir mesa con dos personas más
que llegaron solas como yo, a lo cual accedí de inmediato, llegado el momento
de la comida, me siento el 1º , minutos después llegó Pepe, un señor mayor
campesino y bonachón me levanté me presenté saludé y le dije que íbamos a ser
compañeros de comedor, le ofrecí mi ayuda en todo lo que le hiciese falta,
enseguida llegó la señora Raquel, con cara de circunstancia , señora mayor con
aires de familia acomodada, me levanté la saludé y me presenté y le presenté a
Pepe, buenos nos dijimos de donde éramos y que hacíamos allí , en fin todo en
un tono agradable.
Raquel antes
de sentarse a comer , comunicó a su familia que estaba muy disgustada con la dirección del hotel,
pues la pusieron en el comedor con dos hombres en la misma mesa, Raquel era la
1ª vez que salía desde que falleció su marido y se encontraba muy disgustada,
siempre estuvieron juntos en los viajes, me di cuenta inmediatamente de la
situación, por la noche en la cena , me atreví a gastar una broma sana a Pepe ,
para ver cuál era la reacción de los dos
, sobre cosas que Pepe me había contado, las desfiguré con tal gracia, que se echaron
a reír a carcajadas los dos a la vez, había roto el hielo ,en ese principio de
alegría y risas, Raquel empezó a confiar en mí,, un hombre joven , guapo, 44
años del que no sabía muy bien que pintaba allí solo estando casado.
Al día
siguiente todo transcurría con normalidad, saludos de llegada, despedida, por
la noche en la cena, me ofrecí para acompañar a Raquel a pasear para que no se
sintiera sola, su respuesta fue no, tenía que atender unas llamadas telefónicas
y no iba a salir, pero me dio las gracias por tal cosa, Pepe y yo salimos a
tomar café y charlar con los amigos y conocidos que Pepe tenía allí , pues él
llevaba años visitando ese lugar……por las mañanas después de nuestros
tratamientos en el balneario, salíamos Pepe y yo a los bares y tabernas a tomar
unos vinitos antes de comer y conversar con los lugareños, muy rápido Pepe se
acomodó a mi compañía y no daba paso sin mí.
A Raquel le
llamaron sus hijos por tlf. , para quedar el día sábado para recogerla, por el
gran disgusto que tenia. Raquel fue sincera y rotunda al decir a sus hijos…..no
vengáis a por mí, me encuentro encantada con mis compañeros de comedor….los
hijos se extrañaron y preguntaron el porqué de ese cambio , les habló de su
compañero Antonio, que es amable, alegre, hace piña con todos en el comedor y
nos hace ver las cosas de una forma más
atractiva…que estuvieran tranquilos que estaba muy bien, al día siguiente a la
hora de salir a los vinos, me encuentro a Raquel, me pidió si la podía
acompañar a la farmacia pues quedaba muy lejos, cosa que acepté y salimos paseando sin prisas hacia la
farmacia, con mi carácter bromista y abierto , le digo a donde vamos Pepe y yo
a tomar vinos, con quien hablamos, se lo
digo en un tono, alegre , imitando la voz de Pepe, cosa que le gusta mucho a
Raquel y terminamos riendo los dos…por las tardes después del baño , yo me iba
solo a conocer cosas del entorno del pueblo, mis ganas de saber cosas del lugar
me apasionaba, un día conocí un embalse, otro una zona de castaños grandísima,
otras visitaba una cestería, otros pueblos pequeños perdidos en la montaña, de
regreso al hotel ,siempre estaba Pepe preparado para salir a nuestros paseos,
Pepe y Raquel nunca salían juntos si no iba yo con ellos.
Una tarde me
entretuve más de lo habitual , viendo el interior de las compuertas del embalse
Gabriel y Galán , Pepe se mostraba nervioso, pues era la hora de salir al paseo
y yo no estaba allí, salía y entraba al hotel , buscando mi coche con la
mirada, Raquel que estaba enfrente en un parque leyendo un libro a la sombra de
los castaños grandes que había, veía la intranquilidad de Pepe y las vueltas
que daba buscándome, cansado de mirar y mirar, se dirigió a donde estaba Raquel
, para preguntar si ella sabia donde me encontraba yo, que era hora que
estuviera allí en el hotel y no había llegado. Hablaron y hablaron de muchas
cosas , pero más que nada hablaron de mí, de cómo había entrado en sus vidas,
como les trataba, esa mezcla de cariño , respeto, compañerismo, vamos que no
habían tenido algo ni parecido en ningún veraneo, cosa que para mi fue una
experiencia maravillosa.
Una mañana
Raquel se cayó en el balneario, no se hizo nada, solo que no podía andar bien,
pues yo fui su lazarillo, la sacaba del hotel, la acompañaba a todos sitios
hasta que se recuperó Yo me llevaba muy bien con todos los residentes, recuerdo
que la señora Carmen , una extremeña tremenda , me llamaba el niño, no sin
razón , pues todos me sacaban más de 15 años, yo acudía al comedor todos días
con la hora al límite, la señora Carmen , que por su posición en el comedor era
la primera que me veía llegar , decía, camareros , ya pueden servirnos , el
niño ya llegó, jajajaja, era así de espontanea, cada noche salíamos todas y
todos muy bien arreglados, unos a ver el cine, otros a ver a los valencianos ,
unos matrimonios muy alegres , que bailaban a las puertas de su hotel, noches
maravillosas, la señora Carmen con sus espontaneidades , me decía , haber nene
cuando nos presenta s a tu novia.
Llegó el día
de la despedida, se terminaron los tratamientos, nos esperaba una mañana dura,
preparar maleta, regalos y demás cosas, a Raquel vinieron a recogerla su hija
con marido, a Pepe su hija, yo terminaría solo, como fui, pero faltaba una
sorpresa, el hotel nos invitó a los tres y a los acompañantes a una comida
especial, hubo tarta ,café, licores , bombones, en la comida , la hija de Pepe
me decía , que por lo que le comentaba su padre , yo tenía que ser de la edad de
su padre y la hija de Raquel me decía ,
pues nosotros pensábamos que serias como mi madre y que había surgido algo
entre los dos, jajajaja , me parto de risa y los demás también, fue una comida
muy amena , hablamos de muchas cosas , nos intercambiamos los números de
teléfonos, dirección , para poder visitarnos, cosa que siempre hice yo , al ser
más joven y nos juntábamos en las casa de ellos.
Una bella historia
de tres desconocidos, que hicieron una gran amistad , que aún se mantiene
gracias por leerlo, saludos
Anthony
las amistades que se hacen en estos lugares y en momentos malos son las mejores generalmente.
ResponderEliminarUna historia muy tierna... cuando una persona tiene ese carácter tan abierto, va haciendo amigos por todas partes.
ResponderEliminarCautivador relato por la sencillez en la que nos explica como si siempre damos lo mejor de nosotros, posiblemente recibiremos lo mismo y si lo último no llega siempre nos quedará la satisfacción de ser siempre nosotros mismos.
ResponderEliminarGracias por esta preciosa historia de amistad que nos cuentas, tesoro y por compartirla.