Con el sincero deseo de integrarme en ese núcleo familiar tan maravillosamente descrito en vuestra presentación, os envío esta primera aportación a modo de saludo. Gracias por vuestra hospitalidad.
AMOR DE MADUREZ
Humilde espiga que del surco brota;
en su entraña la fuerza de
la vida;
no es ímpetu, avalancha ni
crecida,
es pan blanco de amor que
no se agota.
No es fuego que conmueve y
alborota,
ni potro desbocado que sin
brida
recorre con su fuerza
desmedida
caminos de victoria y de
derrota.
La paz de una tranquila
convivencia,
ternura en las miradas,
sencillez,
gozar calladamente la
presencia,
y dar y recibir sin altivez.
Amor que no cotiza en las
audiencias
Amor de la serena madurez.
-JESS-
Pasa y ponte cómodo Jess, cielo! Yo creo que hoy te mereces ocupar el sitio de honor en la cheslón que tenemos (de terciopelo rojo, por supuesto) con este fantástico poema que nos hace reflexionar y reconocernos entre sus estrofas. Amor sin prisas. Me ha encantado. Bienvenido a esta tu casa; tu familia. Hoy, por ser tu primer día, esconderemos a la suegra en el armario //guiño.
ResponderEliminarUn abrazo apretadito para tí.
Gracias Carlotta. Inmerecido agasajo, pero acepto un rato de cheslón. ¿La compañía? Para qué destaparse haciendo selección? Nada como la cama redonda que en nuestra infancia
Eliminarcompartíamos los hermanos de familia numerosa. No habrá mejor familia ni más numerosa que esta.
Un beso. Jess