Si lo que amas es un ramo de flores dolorido,
me iré al desierto y aprenderé a sufrir.
Si lo que amas son los versos escritos en la piedra,
construiré mi casa entre peñascos
y en sus ariscas cumbres aprenderé a escribir.
me iré al desierto y aprenderé a sufrir.
Si lo que amas son los versos escritos en la piedra,
construiré mi casa entre peñascos
y en sus ariscas cumbres aprenderé a escribir.
Solamente entonces, cuando la oscuridad
nos cubra de la arena, y el amoroso libro
de las crónicas en lo oscuro nos esconda,
acaso sepas decirme esas otras palabras
que están más allá del dolor y de la dicha.
Parece que este hombre —dirás solamente
entonces— me dio todo su amor.
nos cubra de la arena, y el amoroso libro
de las crónicas en lo oscuro nos esconda,
acaso sepas decirme esas otras palabras
que están más allá del dolor y de la dicha.
Parece que este hombre —dirás solamente
entonces— me dio todo su amor.
fabio
Precioso testimonio de entrega, de total disposición a la voluntad de la amada. Estoy seguro de que ella lo entenderá y reconocerá --ojalá no sea demasiado tarde-- que ese hombre le dio todo su amor. Te felicito.
ResponderEliminarAsí es la condición humana a veces que valoramos las cosas solo cuando sentimos que las hemos perdido, pero como dice el refrán nunca es tarde si la dicha es buena y como este poema destila amor por todos sus poros estoy convencida ( y esperanzada) en el que el final tuvo que ser, por fuerza, feliz.
ResponderEliminarBesitos y gracias por este desgarrador pero también, alentador y hermoso poema, fabi, corazón.