Odio las divisiones y las restas,
las aduanas, controles y fronteras;
los candados, cadenas y barreras,
cordilleras morales, deshonestas.
Amo bogar en barcas más modestas;
ver al viento marino las banderas
llevar el "tuyo y mío" a las hogueras
que a la orilla del mar habrá dispuestas.
Odio el tiburoneo del de arriba,
causa del revanchismo del de abajo.
Amo que sin rencor la paz se inscriba
en que haya libertad y haya trabajo.
Odio los Andes, Alpes, Pirineos.
Amo el mar que es el abrazo sin rodeos.
JESS.
No podría estar más de acuerdo ya no solo en lo que dices, sino en como lo dices, tesoro, así que solo me queda aplaudirte so poeta! y desear que las fronteras solo sean para dibujar mapas y poca cosa más.
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