Querido
blog:
Paseaba
esta mañana oliendo a mojado.... quería recordar algo....
Estaba
en un parque infantil de esos con columpios y toboganes metálicos. Un joven de
unos 30 años se acercó. Qué extraño, llevaba una pelota de colorines en la
mano, debajo del brazo.
Buenos
días señor, me dijo. Hola muchacho, le contesté mirándole con curiosidad.
¿Mi
pelota?- me interrogó- Sí ¿es que juega en algún equipo deportivo y viene a
hacer un poco de ejercicio?... le dije.
No.
¿Quiere que se lo cuente? Sí claro.... y prosiguió
Hace
unos 30 años me trajo mi madre y tenía que comprar en ese súper..... yo tenía
esta pelota y jugué hasta que ella volvió. Al poco tiempo me volvió a traer y
me dejó en el mismo sitio. Habían cambiado el parque y puestos todos esos
artilugios y yo no sabía jugar sin mi pelota. Desde entonces siempre voy con
ella.
Y
usted parece triste.
Es
que antes de encontrarme con usted yo no traje mis recuerdos y no sabía donde tenía
que ver a mis hijos, su pelota me lo ha dicho, muchas gracias.
No,...
Tenga mi pelota pero quédese con sus recuerdos también.... En unos días me la
deja junto a aquel balancín.
DonCamilo
Entrañable y mágico escrito Camilín. El maravilloso encanto de las cosas sencillas que nos saben siempre a verdad de la buena. Gracias por compartirlo, corazón y besitos.
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