Ven a mí como ayer. No más agravios.
Con un beso de
amor mi boca sella;
no temas que
aparezcan en mis labios
reproche, ni
revancha, ni querella.
Acógeme en tus
brazos. Tú me inundas
de la paz de
que están tus ojos llenos;
déjame reposar
en las rotundas,
mullidas
almohadas de tus senos.
Hombre soy y me
rindo a tus ardores
y enlazo a tu
albedrío mi albedrío,
como enlaza un
matiz a dos colores,
como abrazan
sus márgenes a un río.
Tu amor es mi
heredad y tú mi sino,
mi luz, mi sol,
mi cielo, tú mi puerto,
hacia ti
navegar, es mi destino;
cuida de
mantenerlo siempre abierto.
Y al atracar
exhausto a tu costado,
cuando vibren
tus centros y tus flancos,
me hundiré
enfebrecido, apasionado
en el abrazo de
tus muslos blancos.
Y al acercar
mis labios a la fuente
del placer, del
amor y de la vida
mi lengua
girará de ardor henchida
en éxtasis de
anhelo combatiente
No ha de cejar
buscando los adentros
en la dulce
humedad de rosa pálida
de la tierna
oquedad jugosa y cálida
que brota
generosa de tus centros
despejarán tus
manos el camino
y los muslos
abriendo la barrera
temblorosos
dirán que dentro espera
el oasis feraz
de mi destino
Erguido, firme,
con poder de cetro
con ímpetu,
potencia y con ternura
a la ávida
mansión de tu clausura
me asomo, te
requiero y te penetro.
Como el suave
vaivén de la marea
que asciende y
retrocede por la playa
el vástago ni
cede ni desmaya
hasta ver
consumada la tarea
Ayes, gemidos,
ansiedad, jadeos,
gritos mal
reprimidos de placer
convierten los
deleites del yacer
en el gran ocho
mil de los deseos.
El fuego, la
pasión, el entusiasmo,
de lucha sin
cuartel en la pelea
al éxtasis se
acerca, lo bordea
y explota en la
locura del orgasmo.
Y se nos pone vergonzoso nuestro león! Pues no debes corazón, porque no hay palo (poéticamente hablando) que se te resista. Sensual y elegante, erotismo exquisito y, sobre todo, cielo, muy, pero que muy visual; casi casi como un viernes del plus pero sin codificar jijijiji. Yo lo propondría como motivación a este reto que corre por internet de echarse cubo de agua fría, seguro que mientras te leen el impacto y la impresión no es tanta, incluso fijo que un alivio //guiño. Así que quedas nominado //guiño. El león lo adopto que no puede haber cosa más tierna, canastos!
ResponderEliminarUna magnífica forma de pedir perdón aparcando el orgullo donde debe estar: en la nada; dejándonos con el buen sabor de boca que tienen las reconciliaciones. Un placer (y nunca mejor dicho) de los grandes; como siempre, como nos tienes acostumbrados, cielo.
Besitos de fin de semana cariño.