Caricias en el alma enternecida,
lisonjas en la piel arrebatada,
requiebros de querencia apasionada,
instantes de locura compartida.
Es cariño que al cuerpo inyecta vida,
es ternura sutil recuperada,
es pujanza que vive no agostada,
es promesa de gloria merecida.
La seda de tu piel ardiente lazo,
deseo apasionado en ti fundido,
no admite más demora ni otro plazo.
La sangre nos apura y su bramido,
recorre la extensión de nuestro
abrazo,
fundidos cuerpo y alma en su latido.
Jess (Madrigal)
Elegancia, sensualidad, ternura, pasión, intensidad y comunión de dos almas... suntuoso soneto, tesoro mío; sugestiva y estilosa la foto en penumbra. Todo en ti es estética y belleza, tesoro.
ResponderEliminarBesitos gentiles para tí, rey.