No has de culpar, hundido, al empedrado
diciendo que no tienes libertad.
Busca alegre ejercer la facultad
de gozar del placer de lo logrado.
En la cumbre del monte que ha escalado
disfruta el alpinista en soledad;
su esfuerzo por subir, es su verdad;
de todo lo demás se ha liberado.
Quedan lejos, en tierra, frustraciones;
arriba el cielo y en medio solo el hombre;
solo y libre, sin otras pretensiones
que dejar en la cima con su nombre
un exvoto, una fecha y una frase
y descender feliz hasta la base.
Jess (Madrigal)
Yo sé que hay viajes que debemos hacer en soledad, que hay cimas que las hemos de alcanzar por nosotros mismos, pero me pregunto yo pa mis afueras, ¿no es mejor subir acompañado y poder compartir el éxito de lograr la cumbre y sobre todo tener siempre unos ojos con los que recrearse en compañía? o ¿tener siempre presta la mano que sujeta, y que apoya cuando el ascenso se hace cuesta arriba? (nunca mejor dicho //guiño).
ResponderEliminarGracias por lograr que ninguno de tus poemas nos deje indiferente, tesoro,
Besitos libres y ascendentes para tí, corazón.