Dedicado a Telma
Al principio
fue el caos. Nebulosa.
Ni seres ni
materia. Solo ausencia.
La nada y el
no-ser, la inexistencia.
Solo poder,
amor, y no otra cosa.
Y quiso Dios
llenar aquel vacío
fabricando la
mágica bombilla
que en el
cosmos informe luce y brilla
el Sol como
astro rey, con poderío.
Y quiso Dios
pensar en los poetas
y que hubiese
también enamorados
que en las
noches mirasen abrazados
reflejarse en las
aguas sus siluetas.
y la obra se
cerró con digno broche
fabricando una
Luna enredadora
que hace guiños
al sol provocadora
y preside los
sueños y la noche.
En reyes y
patronos les convierte
de la luz y las
sombras, noche y día;
pero al tiempo
les roba la alegría,
porque tanto
poder cambia su suerte.
Han de reinar
por siempre separados
y ni al Sol le
complacen los colores,
ni a la Luna
que siente el mal de amores
le han de
alegrar los cielos estrellados
Sufre el Sol
por la ausencia de la amada
y la Luna que
llora de añoranza
a Dios piden
les preste sin tardanza
un tiempo y un
lugar... y Dios se apiada.
Que nadie como
Dios de amores sabe.
Busca seis
aposentos en la elipse
donde puedan
amarse en cada eclipse.
Y así lo harán
hasta que el tiempo acabe.
Madrigal
Precioso poema, Madri y aún más la musa que le otorgó la semilla para engendrarlo. Poco más queda por añadir más que la enhorabuena, el aplauso y una reverencia, porque las cosas bellas no precisan de palabras, solo cabe disfrutarlas y emocionarse con ellas.
ResponderEliminarMuchas gracias Jess por dedicarme una historia tan bonita como es La Leyenda del Sol y La Luna, embelleciendo a la vez con tus rimas el texto de dicha Leyenda.
ResponderEliminarUn canto a la esperanza.
El amor, todo lo puede...
Un abrazo grande