Lo mismo que luchaba con molinos
que en su excelsa locura ve gigantes,
salvaba de la cuerda a maleantes
que a galeras conducen sus destinos.
Fueron los galeotes tan ladinos,
libres que al fin se vieron y
triunfantes,
que vuelven por sus mañas de bergantes,
desleales, ingratos y mezquinos.
Duelen a Don Quijote las pedradas
y a Sancho que se lleven a su Rucio
y que el precio de empresas tan osadas
se pague en miserable juego sucio.
Don Alonso Quijano, tú no aprendes:
Hay gestos tan cobardes, que no
entiendes.
Jess
"Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras"
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ResponderEliminarCada cual, Sancho, es hijo de sus obras
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ResponderEliminarLadino, traidor e ingrato
ResponderEliminarfue Ginés de Pasamonte,
que la cabra tira al monte
y el felón no cumple un trato.
Es norma del mentecato
callar cuando van mal dadas
mas pone en pie sus mesnadas
y vocifera y se engalla
apoyado en la canalla
paga el favor a pedradas.