EL OLVIDO
Muero con los que mueren
y nazco cada día en un nuevo vagido.
No tengo nombre ni pertenezco a nadie
y cuando me refugie en la cueva
del tiempo quizá ni yo recuerde
que he existido.
Tan frágil la memoria,
tan rápido el olvido.
Luz Olier
Pues difícil va a ser que yo olvide este escrito. Renacer y morir y viceversa, reinventarse una misma para olvidarse y renacer de nuevo. Vivir el presente, a eso me sabe este escrito, cielo.
ResponderEliminarSon de los que te hacen pensar y los que te invitan a no callar (cosa más que lógica en mi y en mi más que manifiesta incontinencia verbal jijijijijiji)
Nadie muere del todo mientras siga viviendo en la memoria de los que le han amado.
ResponderEliminarSomos hijos del amor, engendrados en un acto de amor, amar nos hace libres y por amor vivimos, nos movemos y existimos.
Y el amor nos hace inmortales pues vivimos en el recuerdo de los que nos aman hasta fundirnos en el más allá en el amor de los que hemos amado.
Solo cuando olvidamos firmamos el certificado de defunción de los que amamos. Olvidar no es morir, es matar.