Cuando el afán
es limpio y transparente,
cuando habla el corazón agradecido
y solo se comparte lo sufrido,
no hay trabas en decir lo que se siente.
Si al decirlo te muestras consecuente,
sin temor a aplicar doble sentido
en querer y también en ser querido,
pasa del juicio vacuo de la gente.
Si te dejas guiar por la conciencia,
si atiendes solo a miras superiores,
si suples con afecto la presencia,
y te mueven criterios y valores...
te puedes permitir la libertad
que te da el caminar en la verdad.
cuando habla el corazón agradecido
y solo se comparte lo sufrido,
no hay trabas en decir lo que se siente.
Si al decirlo te muestras consecuente,
sin temor a aplicar doble sentido
en querer y también en ser querido,
pasa del juicio vacuo de la gente.
Si te dejas guiar por la conciencia,
si atiendes solo a miras superiores,
si suples con afecto la presencia,
y te mueven criterios y valores...
te puedes permitir la libertad
que te da el caminar en la verdad.
Jess
Imagino este poema pegado con un imán en la nevera, para que cada mañana al levantarme pueda leerlo y que me sirva como hoja de ruta. Enarbolando siempre el vive y deja vivir, que es sin duda la forma más cómoda (y no siempre sencilla) de andar por la vida.
ResponderEliminarMe lo imagino pegado en la nevera, con el teléfono de la clínica veterinaria, el horario de los autobuses los fines de semana y el último dibujo de la niña con su escala de valores familiar.
ResponderEliminarNo es mal sitio para un soneto. Sin embargo que alguien se digne calificarlo como posible hoja de ruta, es demasiado honor. Gracias de corazón.