Llenábamos el tiempo de
palabras
de risas ingenuas y despreocupadas
pero sobre todo de miradas…
Miradas ciegas,
avarientas de saber día a día
Un poco más uno del otro
De pronto dijiste
Me voy a dormir un rato
Y desapareciste
Quede a la espera
Pensando, si quizá,
a mi me hubiera gustado dormir
ese rato también a tu lado.
La cabeza apoyada en tu pecho
escuchando, como en un instante,
se desgarra en el interior la vida
al suave compás sonoro
de un vaivén lento y armonioso
de subidas y bajadas al ritmo
de tu cuerpo.
Ahora pienso que sí.
Sé que me hubiera gustado
permanecer quieta,
muy quieta soñando a tu lado
esperando en silencio despertar
una eternidad más tarde
de ese dulce letargo vertiginoso
armoniosamente sonoro.
Espero que os guste este poema: musiquilla
Gustarme no, lo siguiente, cielo! Como una ola y dos reverencias graciosas se me queda corto, lo que te hago es un doble mortal con pirueta y además sin red!
ResponderEliminarBesitos y gracias, porque ya no es por escribir como lo haces, sino por sentir como sientes.
como dice carlotta
ResponderEliminarpor sentir como sientes
y yo agrego y por hacernos sentir
q mas se puede agregar?
solo esperar el próximo
y q sea pronto
fabio
Palabras… risas... miradas… inesperadamente llega el letargo del sueño.
ResponderEliminarLa espera se hace dulce, los pensamientos afloran, apoyas tu cabeza sobre el pecho, quizá intentado oír los latidos de su corazón, esperando una respuesta que fuese cómplice de los sueños.