Huyo de la ostentación
de las palabras grandiosas.
Eludo aquellos que con ellas
se llenan la boca y las exhiben
mientras con gestos de prepotencia
las arrastran por el barro y las enlodan.
Me niego aceptar esa herencia.
Justicia, igualdad, dignidad…
A ningún puerto nos llevan
si nos “huelen y suenan”
a usadas y huecas
NO
adulador de turno, no,
no vengas a comprarme
con pretenciosas promesas
Ni fabriques mis sueños
Sin espinas y a medida.
No.
no intentes venderme las palabras;
esas mismas palabras que
ya eran mías
mucho antes que tú sin escrúpulos
las hicieras tuyas y las mancillaras
No adulador,
Te equivocas
Tú no me compras
Ni yo me vendo por tan poca cosa.
Musiquilla
Como te dije, me parece uno de tus poemas más auténticos, cielo. Palabras pronunciadas desde lo más hondo del alma y mirando de frente y con la cabeza bien alta, porque hay quien aún no conoce, el auténtico valor de una palabras. Dejo un vídeo cariño de como ellas puedes hacen cambiar el mundo, si las usamos con generosidad y no para vender humo.
ResponderEliminarMi enhorabuena, nenica, valió la pena la espera, cielo (eso sí no tardes tanto en deleitarnos y dejarnos sin palabras ein? //guiño.... la imagen me parece, dura, pero ideal, cielo mío. Besines sin palabras, cariño.
[video]http://youtu.be/TDzuqZh5tu0[/video]
si, es dura, tan duro como se hace hoy el mal uso de la palabra...
ResponderEliminarsirve sobre todo para engañar, para vendernos lo que de sobra saben no van a cumplir, y se hace a todos los niveles, con ostentación y alevosía